Mi amor por mis gatas no es normal, de hecho creo que soy demasiado intensa y melosa, pero todo es bello y hermoso hasta que llega el momento de cambiar la arena, en verdad no sé imaginan el conflicto que esto genera en mi casa. Pero hasta que no se inventen algo súper poderoso que logre quitarle a los humanos esa responsabilidad es algo que TOCA hacer. Actualmente uno encuentra mil marcas y productos para gato y tengo que confesarles que he probado más arenas de gato que cualquier otra cosa, de diferentes marcas, olores, texturas y colores. Y con el tiempo por alguna extraña -pero no tan loca- razón uno termina teniendo un master en estos temas. 

Empece a probar esta arena hace aproximadamente dos semanas, y realmente he quedado sorprendida por dos cosas especialmente. Por un lado, a penas mis gatas orinan se forman bolitas -casi perfectas- lo que hace que la arena dure muchísimo más de lo habitual, pues sólo hay que recoger las "piedras". En pocas palabras la aglomeración y absorción CHECK. Y lo segundo es su olor, se los juro que NO huele a feo NUNCA, es impresionante. La arena viene con unas bolitas verdes que controlan los olores así que es bastante útil y solidario con el ambiente y nuestras narices. Los gatos son demasiado inteligentes y exigentes, así que no sólo es importante tener una caja de arena sino también mantenerla limpia, aunque a veces la pereza este de nuestro lado. Aquí les comparto algunos tips: